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La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades más prevalentes en el mundo actual, afecta alrededor del 25% de la población adulta en los países desarrollados. Esta proporción se incrementa en la población anciana, debido a los cambios asociados al envejecimiento, y se estima que la prevalencia de HTA en la población de edad mayor de 65 años es superior al 50% La población mayor de 65 años es  la de mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial (HTA)

La hipertensión arterial, es una enfermedad crónica, de causa múltiple, que produce daño vascular sistémico e incrementa la morbilidad y mortalidad por diversas enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica, insuficiencia renal. Es una enfermedad silenciosa por lo cual es de vital importancia monitorear la presión habitualmente  por medio de los servicios de enfermería en casa o domiciliario para poder tener las medidas adecuadas y controladas a tiempo. 

En el caso de los adultos mayores, la presión arterial aumenta con el incremento de la edad debido al proceso de envejecimiento como consecuencia de cambios en la rigidez de las arterias, el remodelado vascular y cambios en los mecanismos renales y hormonales.

También influyen factores vinculados al tipo de vida de cada individuo (factores ambientales), como pueden ser: dieta seguida a lo largo de su vida, ingesta habitual de sal, presencia o no de hábito alcohólico, grado de actividad física o control de peso. Todo esto hace que exista una gran variabilidad interindividual.

Por otro lado, existe relación directa entre el estrés psicosocial y la hipertensión arterial,  es decir; los sentimientos de soledad, los problemas económicos, la falta de empleo, sensación de inutilidad, inseguridad, dependencia,  ansiedad y estrés hacen que las cifras de tensión arterial aumenten en estos pacientes.

Sin embargo, el tratamiento y cuidado al adulto mayor en casa deberá estar regulado por un cuidador y en muchos casos de enfermeras en casa o enfermeras domiciliarias expertas en estos casos; quienes tendrán un control idóneo para su tratamiento farmacológico, reduciendo así el riesgo de un aumento en su presión arterial.

Además la enfermería en casa para el adulto mayor se hace necesario también para el tratamiento no farmacológico, como por ejemplo,  el control y manejo en la ingesta de sal evitando alimentos salados y enlatados.  Limitar la ingesta de alcohol. Control de peso incrementando y motivando a la actividad física. Dieta DASH (frutas, vegetales, bajo contenido graso en especial de ácidos grasos saturados).